lunes, 13 de abril de 2015

El día en que tuiter me dio náuseas...

Dicen que TW es un lugar donde mucha gente ve TV junta.

También en época electoral ha sido un sitio donde la gente toma partido, pelea por un bando y se agarra de los cabellos virtualmente mientras los candidatos bien galán comiendo juntos.

También es un conglomerado de gente riéndose junta de los errores de otros, inventando un hashtag HT que se viraliza y se pasan días hablando de lo mismo.
Todo eso no estaría mal, si fuera solo diversión. Pero cuando ya entra en el plano de que gente sale lastimada, o pierde su empleo, ya no hace gracia.

Y eso fue justamente lo que ocurrió durante la Semana Santa...sí, cabal, la época de reflexión y para hacer el bien al prójimo resultó ser la fecha en que unas gentes se dieron a la tarea de “trollear” a alguien por puritita maldad y luego ufanarse de que, gracias a su trolleo, esta persona ya no está más en su trabajo.

La persona se despidió de su trabajo como se despiden todas las figuras públicas, agradeciendo la oportunidad y diciendo que “se dedicaría a sus proyectos personales”. Y hasta ahí nada olía mal.

El punto es que, mientras esa persona decía adiós, aparecieron de nuevo los ilustres trolles en TW, agenciándose la “victoria” de la separación de esa persona de su puesto de trabajo. Salvadoreños modelo, sin duda. Uno de ellos ni siquiera vive aquí, mira la vida que nos aqueja desde la comodidad de su pantalla. ¿Cómo lo sé? Pues porque se ha dado a la tarea de hacerse “figura pública”, notorio, pidiendo casi de manera asfixiante que lo saluden en todos lados y bueno, sí, ha logrado que su nombre sea reconocido.

Esta situación tiene el agravante de que el bulliying tiene su origen en el pensamiento político de la persona afectada, y tal como se ve en los tuits, los acosadores son de “la otra” ideología. 

Es decir, el mismo pleito inútil que vivimos cada día, tal como bien lo expresó alguien en la misma red:
- Tu gobierno nunca hizo nada
- El tuyo tampoco

Y así, nadie nunca arregla nada porque, al fin de cuentas, la polémica vende y rinde ganancias: económicas, políticas, de poder, sociales, de ego, lo que sea.

¿Exagerada? No sé, juzgue ud mismo. La conversación es tan pública como el periódico del dia, cualquiera con una cuenta de TW la puede ver.

Los recuadros son nombres de personas mencionadas en la conversación
Es decir, aceptan que hicieron el hostigamiento de manera consciente e intencional
Si al menos tuvieran buena ortografía verdad. He ahí, en blanco y negro, el odio político y la firme intención de seguirla.


Aquí es donde interviene alguien, llamando a la cordura. Y la respuesta inaceptable "y es normal en esta época" Sí, así como vivimos creemos que cualquier tipo de violencia es normal.



Mención especial requieren dos personas del equipo de trabajo de la persona afectada, quienes intentaron detener el bulliying y además pidieron respeto. Indignante que, por toda respuesta, el acosador indicó “estar en su derecho” de hacerlo.

Y bueno, no ha de ser la primera vez que pasa y por desgracia no creo que sea la última.

Tristeza, indignación y pena ajena.

Me gustaría que los empleadores de esta persona dijeran si esto afectó o no, pero eso jamás sucederá, porque de decir que sí, se verían en una seria violación a los derechos laborales, porque no es legal despedir a alguien por sus creencias, ni religiosas ni políticas.
El código de trabajo tiene muy claras causales de despido, y no creo que esto cuadre ahí.

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